lunes, 1 de diciembre de 2014

ODONTOPEDIATRÍA - LA IMPORTANCIA DE LA PREVENCIÓN PARA UNA FUTURA BOCA SANA

Cada época de la vida presenta unos riesgos de salud determinados para las personas. Un recién nacido no suele estar expuesto a las mismas enfermedades e infecciones que un adulto, por eso cada uno de ellos recibe un tratamiento determinado según sus características. Esto que ocurre en la salud en general también sucede con la odontología, ya que a pesar que los problemas bucodentales pueden aparecer en cualquier etapa de la vida, en cada edad existe unos riesgos específicos que se deben prevenir para mantener una buena salud bucodental. En este aspecto, los más pequeños también están expuestos a sufrir inconvenientes en su boca y si a eso le añadimos que la evolución de los dientes marcará la salud de su sonrisa el resto de la vida, entendemos la necesidad de actuar de forma temprana.


La odontopediatría: el especialista de la boca de los niños
 
Es por eso que hay una rama de la odontología que se ejerce en las clínicas dentales y que se centra en el cuidado infantil y que da un tratamiento integral adaptado a más jóvenes: la odontopediatría. Los odontopediatras se encargan de hacer un seguimiento de la dentición que va más allá de la resolución de problemas y se centran en la enseñanza de unos buenos hábitos orales para el niño que le acompañen cuando sea mayor.Además, la odontología infantil tiene un aspecto diferencial respecto el tratamiento a los adultos, el cuidado de los dientes de leche o temporales. Los tratamientos dirigidos a sanear la dentición temporal siempre tendrán como objetivo favorecer al desarrollo correcto de la dentición definitiva, por lo que las piezas de leche suelen tratarse de una forma menos conservadora. El control de la erupción de y crecimiento de los dientes por parte del odontopediatra permitirá aplicar los tratamientos necesarios de forma precoz.
 

¿A qué edad se debe realizar la primera visita?

 
Más allá de este aspecto diferencial de la odontología infantil que supone la erupción de los dientes, su otra característica fundamental es transmitir a los niños la importancia de la prevención en la salud oral mediante una buena higiene y visitas regulares a la clínica dental. El hecho que el paciente haya cuidado su salud oral desde bien pequeño y que el dentista haya podido observar su evolución, facilita el mantenimiento de una sonrisa más sana pero también más bonita. Y es que una sonrisa que ha sido controlada durante su desarrollo será mucho más fácil de corregir para mejorar su estética, que la de un paciente que no ha visitado nunca al dentista.Por todos estos motivos, los odontopediatras recomiendan realizar una primera visita con el dentista a los 3 años. De esta forma, el niño también se familiarizará con el entorno de la clínica dental y evitará algunos traumas típicos relacionados con el dentista en edades tempranas.

Fuente: vivirmejor.com

 

miércoles, 19 de noviembre de 2014


TRAUMATISMOS DENTALES EN LOS NIÑOS
Los traumatismos dentales pueden ser causados por caídas, accidentes relacionados con el deporte, peleas, accidentes automovilísticos o por masticar alimentos duros. Aproximadamente un 24% de los niños menores de 14 años han sufrido algún tipo de traumatismo en los dientes incisivos, siendo los niños de entre 6 y 12 años el grupo de mayor riesgo.
Cualquier traumatismo que suceda en la cara debe ser evaluado clínica y/o radiológicamente por un odontólogo u odontopediatra para descartar lesiones mayores en los tejidos blandos y duros de la boca. Para evitar mayores complicaciones, el tiempo que transcurre entre el accidente y la consulta dental debe ser lo más corto posible.
Diríjase al dentista de forma urgente si:
  • Un diente permanente se ha caído por un golpe.
  • Un diente se ha fracturado parcialmente y se presenta dolor e hinchazón.
  • Si después de un accidente el paciente no puede cerrar bien la boca y juntar sus dientes, puede que la mandíbula esté rota.
Los traumatismos dentales pueden afectar a uno o pocos dientes, ya sean de leche o permanentes, siendo los incisivos centrales superiores los que con mayor frecuencia se fracturan.
Debemos tener en cuenta que pequeñas fracturas pueden causar la muerte del nervio, tanto en los dientes primarios como en los permanentes, ya que los dientes de leche anteriores tienen su raíz muy cerca de los dientes permanentes.
Reconstrucción
También es importante saber que un diente permanente que se ha caído debido a un golpe puede llegar a reimplantarse dentro de los siguientes 30-60 minutos. Por lo tanto, si puede encontrar dicho diente después del accidente o la lesión, debe llevarlo consigo al odontólogo. Para ello recoja el diente arrancado y póngalo en una taza de leche fría (su osmolaridad es favorable para el mantenimiento de la viabilidad del ligamento periodontal) y llévelo rápidamente con el niño al dentista. El diente también se puede enjuagar y llevar entre el labio y la encía inferiores o bajo la lengua en contacto con la saliva.
Si se trata de una rotura parcial que no produce sangrado en el nervio, el tratamiento consiste en adherir el fragmento dental aportado o la reconstrucción del diente con material estético. En cambio, si se ha producido sangrado, se debe hacer una cura para después pegar el fragmento del diente o hacer una reconstrucción. Si la rotura es total, el tratamiento es desvitalizar la raíz, reconstruir el diente y cubrirlo con una corona de porcelana.
Las fracturas graves pueden dejar al descubierto el tejido nervioso ubicado en el interior del diente y, en estos casos, también será necesaria una atención médica inmediata para evitar infecciones, abscesos y dolor.
Clasificación de las lesiones
  • Fracturas del diente, que pueden ser no complicadas si afectan a la dentina o al esmalte, y más complicadas si afectan a la pulpa, cuando el diente presenta aspecto hemorrágico. También pueden ocurrir fracturas de la raíz del diente en dirección horizontal, vertical u oblicua.
  • Luxaciones del diente: afectan a las estructuras de soporte del diente, el ligamento periodontal y el hueso alveolar, manifestándose por una movilidad anormal, desplazamientos de los dientes o ambas cosas.
Las lesiones dentarias son dos veces más frecuentes en los niños con dientes salientes que en niños con oclusión normal. Los niños con malformaciones craneofaciales, con déficit neuromuscular, convulsiones y parálisis cerebral, también tienen más riesgo de sufrir lesiones dentarias.

Fuentes
Hospital Naval Almirante Adriazola de Chile

lunes, 10 de noviembre de 2014

EL PAPEL DEL HIGIENISTA DENTAL EN NUESTRA SALUD BUCAL



El odontólogo siempre ha sido nuestra referencia como profesional sanitario que cuida de nuestra salud bucodental. Sin embargo, existe otra figura lamentablemente menos reconocida, que en los últimos años se ha revelado como fundamental en esta relación: el higienista dental.

Este profesional trabaja mano a mano con el odontólogo. Es un sanitario experto –con un título de técnico superior– y está capacitado para trabajar con nuestra boca. Eso sí, siempre bajo la supervisión del odontólogo.

El origen de esta profesión se remonta a la II Guerra Mundial, al necesitar el odontólogo un apoyo en sus funciones. Los primeros países en poner en marcha su formación y capacitación fueron el Reino Unido y EE. UU. Actualmente en España, esta figura está regulada por una ley de 1986 y por la formación profesional de grado superior como Técnico Superior en Higiene Dental.

Una parte importante del trabajo del higienista dental es, por supuesto, la higiene bucal de los pacientes. En especial, la prevención y, si cabe, la formación de los usuarios para mejorar dicha higiene. Así pues, una parte de la labor del higienista es didáctica, mostrando las mejores técnicas para cuidar y mejorar nuestra higiene bucal y evitar, en la medida de lo posible, las visitas al odontólogo por posibles problemas bucales.

Además, la actividad del higienista dental puede ser clave para identificar posibles patologías no solo bucales, sino de salud en general, que se detectan a través de exploraciones orales periódicas. No son pocas las enfermedades que tienen sus primeros síntomas –o los más evidentes– en la boca y los dientes. Por tanto, la interpretación y detección de estos profesionales es clave.

En colaboración con el odontólogo, el higienista dental también puede realizar exploraciones y algunas técnicas no invasivas, como aplicar fluoruros tópicos, colocar o retirar hilos retractores o selladores de fisuras, eliminar cálculos y tinciones dentales y realizar raspados y pulidos, entre otras.

martes, 28 de octubre de 2014

TIPOS DE MANTENEDORES DE ESPACIO DENTAL


Tipos de mantenedores de espacio dental
Hay dos tipos de mantenedores de espacio infantiles: fijos y removibles.
Removibles: este tipo de mantenedores de espacio son parecidos a los aparatos de ortodoncia y suelen ser de material acrílico. En algunos casos, se puede poner un diente artificial en el lugar que hay que conservar para el futuro diente permanente.
Fijos: hay cuatro tipos diferentes de mantenedores de espacio fijos: unilaterales, de corona y asa, arco distal y lingual.
Los mantenedores de espacio unilaterales y de corona y asa se colocan en un lado de la boca cuando hay que conservar espacio para un diente.
- El mantenedor de espacio unilateral se agarra al lado externo del diente y está conectado a un asa de metal que mantiene el espacio libre.
- El de corona y asa es una corona que cubre el diente y está unida a un asa que conserva el espacio necesario para el futuro diente permanente.
- El mantenedor de espacio de tipo arco distal se suele utilizar cuando se necesita espacio para una muela permanente. Es un tipo más complicado porque el extremo del metal se suele insertar en la encía para evitar que el espacio se cierre. Cuando se usa este tipo de retenedor, el dentista deberá supervisar periódicamente cómo sale la muela para asegurarse de que todo va bien.
- El mantenedor de espacio de tipo lingual suele ser bilateral y puede ir fijado a las muelas y conectado con un alambre al lado interno de los dientes frontales inferiores. Normalmente este tipo de retenedor se utiliza cuando falta más de un diente.
A veces faltan dientes por culpa de una enfermedad congénita y en ese caso puede que en vez de un mantenedor de espacio necesite una dentadura parcial. Deberá acudir a su profesional de la salud dental para decidir si esta opción es posible en su caso.
Fuente:Colgate

martes, 21 de octubre de 2014

¿SU HIJO NECESITA UN MANTENEDOR DE ESPACIO DENTAL?

Los niños a los que se les cae un diente de leche demasiado pronto o los que han tenido que quitarse uno por culpa de la caries pueden necesitar un mantenedor de espacio dental.
Si su hijo está en una de estas situaciones, es importante que conozca los beneficios de los mantenedores de espacio y cómo pueden contribuir a mejorar la salud dental de su hijo.
Los mantenedores de espacio dental son unos aparatos de material acrílico o metálico que los dentistas u ortodoncistas hacen a medida de la boca del niño.
Pueden ser removibles o estar fijados en la boca del niño. Se utilizan para mantener libre el espacio necesario para que el diente permanente pueda erupcionar y colocarse en su sitio.
Los dientes de leche son muy importantes para el desarrollo de la dentadura, del hueso y de los músculos de la mandíbula.
Además, cuando se caen, el agujero que dejan ayuda a guiar al diente permanente para que se coloque en su sitio. Si ese espacio no existe, el diente no tiene donde colocarse y puede que el niño acabe necesitando ortodoncia.
No todos los niños a los que se les cae un diente muy pronto o que tienen caries en los dientes de leche necesitan ponerse un mantenedor de espacio, pero conviene consultar con un dentista u ortodoncista para saber si su hijo lo necesita o no.
Fuente: Colgate

martes, 14 de octubre de 2014

HALITOSIS ¿TIENE USTED MAL ALIENTO?


La mayoría de la gente no se da cuenta de que le huele mal el aliento o, como dicen los profesionales de la salud dental, tienen halitosis.
Una de cada cuatro personas tiene mal aliento y hay estudios que demuestran que aproximadamente el 50% de la población adulta padece halitosis.
El mal aliento se debe a ciertos alimentos, a trastornos médicos y a diferentes hábitos. El aliento se puede mejorar en muchos casos con una higiene dental adecuada.
Si esas sencillas técnicas de limpieza bucal no solucionan el problema, es conveniente que consulte usted a su dentista o a su médico para descartar que tenga algún trastorno más grave que pueda estar provocando su halitosis.
Causas del mal aliento
El mal aliento puede deberse a factores internos y externos.
- Los factores externos pueden ser el tipo de alimentos que ingerimos, como las comidas muy especiadas o perfumadas (ciertas especias utilizadas en la cocina, ajo, cebolla o incluso atún o tacos). Si cree usted que su mal aliento se debe al tipo de alimentos que consume, piense en llevar un registro de lo que come para determinar si efectivamente es así. La gente que fuma y bebe alcohol también puede tener mal aliento.
- Entre los factores internos encontramos factores bucales que pueden afectar al cuerpo de forma sistémica.
La lengua es una superficie en la que se pueden depositar las bacterias para desarrollarse. La mayoría de las bacterias que provocan malos olores producen unos compuestos llamados compuestos volátiles de azufre que causan el mal aliento. Los compuestos volátiles de azufre primarios que pueden provocar mal aliento son el metilmercaptano y el sulfuro de hidrógeno. La mayoría de estas bacterias que producen malos olores se desarrollan en la zona posterior de la lengua.
 Entre las demás causas de mal aliento encontramos:
- Problemas dentales (mala higiene oral, gingivitis y periodontitis)
- Dentaduras postizas (que pueden desarrollar placa o tener restos de alimentos)
- Síndrome de la boca seca (falta de flujo salivar)
- Problemas en la boca, la nariz o la garganta (sinusitis o infecciones de garganta y amigdalitis críptica)
- Enfermedades sistémicas (diabetes, infecciones o abscesos pulmonares, insuficiencia renal/hepática o trastornos gastrointestinales)
- Los pacientes que están constantemente a dieta
Concierte una cita con su profesional de la salud dental para determinar las causas del mal aliento y siga limpiando correctamente su boca con una pasta de dientes antibacteriana con flúor, usando el hilo dental a diario y limpiándose la lengua con un limpiador de lengua o un raspador.
Dr. Ignacio Corral Pazos de Provens

martes, 7 de octubre de 2014

¿COMO PUEDEN MANTENER UNA SONRISA BRILLANTE LOS ADOLESCENTES?


¿Cómo pueden los adolescentes mantener los dientes brillantes y saludables?
La mejor forma de que disfruten de una sonrisa y dientes saludables es continuar con los buenos hábitos bucales adquiridos durante la primera infancia.
Cuando se utilice aparatos dentales u otro tratamiento ortodontico, es importante:
- Cepillarse por lo menos dos veces al día con una pasta de dientes con flúor aceptada por la Asociación Dental para eliminar la placa, ya que esta es la causa principal de las caries dentales y de la enfermedad de las encías.
- Utilizar hilo dental para eliminar la placa depositada entre los dientes y debajo de la encía. Si la placa no se elimina diariamente, es posible que se endurezca y se convierta en sarro (una acumulación amarillenta, dura y antiestética).
- Limitar el consumo de almidones y azúcares, especialmente, los alimentos pegajosos
- Usar enjuague bucal
- Visitar al dentista regularmente para que realice revisiones y limpiezas profesionales
Fuente: Colgate

jueves, 2 de octubre de 2014

Vídeo Sorteo Blanqueamiento Dental Sonrisa del Verano 2014 Clínica Denta...







miércoles, 1 de octubre de 2014

¿ES EL HÁBITO DE SUCCIÓN DEL DEDO UN PROBLEMA? ¿CÓMO SE TRATA?

El reflejo de succión es normal y saludable en los bebés, pero el hábito de chuparse el dedo no.
Si este continúa después de los cuatro años, puede provocar problemas con el crecimiento de la boca y la mandíbula, así como con la posición de los dientes.
La succión habitual del dedo hace que los dientes anteriores se dirijan hacia afuera ocasionando una mordida abierta. Lo cual puede ocasionar problemas en la edad adulta, tales como desgaste prematuro de los dientes, mayor cantidad de caries y molestia al morder.
El mejor modo de resolver el hábito de succión de dedo es a través del refuerzo positivo, sin utilizar palabras ni conductas negativas. Su hijo sólo está haciendo lo que le parece natural.
Elógielo cuando no lo haga. Intente corregir la ansiedad que da origen a dicho hábito.
El dentista o el pediatra también pueden recetar algún producto de sabor amargo para recubrir el dedo y evitar la succión o bien algún aparato que le recuerde que no debe succionarlo.
Si el problema persiste, el odontólogo le ayudará a resolverlo
Dr. Ignacio Corral Pazos de Provens

miércoles, 24 de septiembre de 2014

CÓMO CUIDAR LOS DIENTES DE LOS NIÑOS

¿Cómo debo cuidar los dientes de mi niño pequeño?
Transmitiéndole buenos hábitos de higiene bucal, que es una de las lecciones de salud más importantes que puede enseñarle.
Esto significa:
- ayudarlo a cepillarse por lo menos dos veces al día,
- mostrarle la forma adecuada de utilizar el hilo dental,
- evitar el consumo de alimentos entre comidas
- y llevarlo al odontólogo periódicamente.
La mayoría de los odontólogos recomiendan que los niños comiencen a visitar el consultorio dental a los dos años. Esto ofrece la oportunidad de controlar el crecimiento y el desarrollo dental del niño, y le brindará a usted la oportunidad de aprender sobre el desarrollo de los dientes, sobre la necesidad de utilizar fluoruro, sobre cómo ayudar a su hijo a mantener una correcta higiene bucal, cómo resolver los hábitos bucales de su hijo (como el uso de un chupete), aspectos sobre la dieta y la nutrición, y cómo prevenir las lesiones bucales.
Siempre comente a su hijo que la visita al odontólogo es una experiencia positiva. Explíquele que esto ayuda a mantener una buena salud bucal. Ya que se fomentará una actitud positiva, que aumentará las posibilidades de que su hijo vaya al odontólogo periódicamente durante toda la vida.
Fuente: Colgate

lunes, 22 de septiembre de 2014

Clínica Dental Parisi: tu dentista, aún más cerca!



Video corporativo de nuestra Clínica Dental Parisi en Madrid, Vista Alegre, con los mejores dentistas brasileños de Madrid.



miércoles, 17 de septiembre de 2014

ALIMENTOS Y SALUD BUCAL DE LOS NIÑOS


¿Qué importancia tiene la dieta en la salud bucal de mis hijos?
Una dieta equilibrada es necesaria para que sus hijos desarrollen dientes fuertes y resistentes a las caries. Además de la gama completa de vitaminas y minerales, la dieta de un niño debe incluir mucho calcio, fósforo y los niveles apropiados de flúor.
Así como el flúor es la mejor protección para sus hijos contra las caries, los alimentos entre comidas de manera frecuente son el peor enemigo. Los azúcares y los almidones presentes en muchos alimentos como galletas, dulces, frutos secos, refrescos, galletas saladas y patatas fritas se combinan con la placa en los dientes para crear ácidos. Estos ácidos atacan el esmalte dental y pueden formar caries.
Cada "ataque de las bacterias de la placa" puede durar hasta 20 minutos después de finalizada la comida. Incluso un pequeño bocado puede provocar que la placa produzca ácidos. Por eso, lo mejor es evitar la ingestión de alimentos entre comidas.
¿Qué debo hacer si un diente de mi hijo se astilla, se rompe o se pierde?
Ante una lesión en la boca de su hijo, consulte inmediatamente al odontólogo. Él examinará el área afectada y determinará el tratamiento apropiado.
Si su hijo experimenta dolor por un diente roto, o astillado, visite inmediatamente al odontólogo. Si lo desea, puede suministrarle un calmante hasta el momento de la cita. De ser posible, guarde la parte del diente que se ha roto y llévela al odontólogo.
Si perdió un diente por accidente, llévelo al odontólogo tan pronto como sea posible. Evite tocar el diente y no lo limpie. Guárdelo en agua o leche hasta llegar al consultorio. Es posible que el diente pueda volver a ser colocado en la boca del niño mediante un procedimiento llamado reimplantación.
Fuente: Colgate

martes, 16 de septiembre de 2014

VIDEO CLINICA DENTAL PARISI MADRID, VISTA ALEGRE

Hola, compartimos con vosotr@s, nuestro nuevo video corporativo. Está hecho con mucho cariño, esperamos que os guste y lo compartáis.






viernes, 12 de septiembre de 2014

SALUD DENTAL DE LOS NIÑOS

¿Cuándo debe mi hijo comenzar a utilizar hilo dental?
 Dado que el hilo dental elimina los restos de alimentos y la placa depositada entre los dientes, que es un lugar donde no llega el cepillo; se recomienda que a partir de los cuatro años comience a utilizar hilo dental.
A los ocho años, la mayoría de los niños pueden comenzar a utilizar el hilo dental por sí mismos. ¿Qué son los selladores de fisuras y cómo sé si mis hijos los necesitan? 
 Los selladores de fisuras son una barrera altamente eficaz contra las caries, ya que son delgadas capas plásticas que se aplican a las superficies de masticación de los dientes, donde se forman la mayoría de las caries. La aplicación de un sellador no es dolorosa y se puede efectuar en una sola visita al odontólogo. Él le indicará si un sellador es necesario para sus hijos.
¿Qué es el flúor y cómo sé si mis hijos reciben la cantidad apropiada? 
El flúor es una de las mejores maneras para ayudar a prevenir el deterioro de los dientes. Se trata de un elemento que, al combinarse con el esmalte dental, lo fortalece. Además es recomendable el uso de la crema dental con flúor en todos los casos.
Pregunte a su odontólogo qué crema dental debe usar para obtener el nivel adecuado de flúor. En niños menores de 6 años es recomendable utilizar una crema dental con 500 partes por millón de flúor.
Fuente: Colgate

lunes, 8 de septiembre de 2014

CÓMO AYUDAR A LOS NIÑOS CON SU SALUD DENTAL


¿Cómo ayudo a mis hijos a cuidar sus dientes y prevenir las caries?
Enseñar a su hijo los métodos de higiene bucal apropiados es una inversión en salud que le proporcionará beneficios para toda la vida.
Es importante darle un buen ejemplo, así, al cuidar usted sus propios dientes el niño recibirá el mensaje de que la salud bucal es algo importante.
Todo lo que haga de la higiene dental una tarea divertida, como cepillarse los dientes junto con sus hijos o permitirles elegir sus propios cepillos dentales, fomenta una higiene bucal eficaz y estable en el tiempo.
Para ayudar a sus hijos a proteger sus dientes y encías y reducir el riesgo de formación de caries, enséñeles a seguir estos simples pasos:
- Cepíllese los dientes por lo menos dos veces al día con una crema dental con flúor, asegurándose de que elimina completamente la placa bacteria (que es la película pegajosa que se adhiere a los dientes y que es la responsable de las caries).
- Utilice hilo dental diariamente para eliminar la placa que se deposita entre los dientes y debajo de la encía, evitando que se endurezca y se convierta en sarro, pues una vez que este se ha formado, sólo puede ser eliminado con una limpieza profesional.
- Elija una dieta equilibrada evitando el consumo de almidones y azúcares. Cuando ingiera estos alimentos, trate de hacerlo con la comida y no entre comidas. La saliva adicional que se produce durante una comida ayuda a enjuagar los alimentos de la boca.
- Utilice productos dentales que contengan flúor.
-Lleve a sus hijos al dentista para realizarles revisiones periódicas.

¿Qué técnicas de cepillado puedo enseñarles a mis hijos?
Es importante supervisar el cepillado de sus niños hasta que dominen estos simples pasos:
- Utilice una pequeña cantidad de crema dental (del tamaño de un guisante) con cantidades adecuadas de flúor.
- Verifique que sus hijos no se traguen la crema dental.
- Con un cepillo dental suave, cepille primero la superficie interior de cada diente, que es donde más se acumula la placa.
- Coloque los filamentos inclinadas hacia la encía y cepille suavemente desde la encía hacia el diente. Repita esta operación en las superficies externas de todos los dientes
- Cepille la superficie de masticación de cada diente, colocando el cepillo de forma perpendicular y realizando movimientos de atrás adelante y de adelante atrás.
- Siempre es necesario cepillarse la lengua y los carrillos por dentro
Fuente:
web Colgate

lunes, 1 de septiembre de 2014

FLUOROSIS DENTAL

La fluorosis dental es un defecto cualitativo del esmalte que resulta de un aumento de la concentración de flúor durante la formación del esmalte.
Algunos países desarrollados indican una tendencia en cuanto al incremento de fluorosis dental leve, que podría deberse a los efectos aditivos de los siguientes factores. 
Uso de los siguientes productos:
-Suplemento de flúor (como comprimidos o gotas).
-Consumir alimentos producidos en áreas fluoradas.
-Dentífricos fluorados.
-Aplicaciones tópicas de soluciones de flúor en altas concentraciones durante la formación del esmalte.
Por ello, es preocupante una ingesta excesiva de flúor sobre todo durante los primeros 36 meses de vida, cuando se están mineralizando las coronas de los incisivos maxilares permanentes o el esmalte está madurando.
Los niños menores de 6 años ingieren aproximadamente el 30% del dentífrico utilizado, por lo que los padres deben tener especial cuidado a la hora de administrar la cantidad de pasta, que ha de ser equivalente al del tamaño de un guisante, supervisando el cepillado para evitar que el niño ingiera el dentífrico.
Para detectar la fluorosis hemos de centrarnos en sus manifestaciones clínicas, las cuales pueden ser de distinta gravedad.
Puede empezar por pérdida de la translucidez del esmalte, aparición de machas, líneas blancas, estriaciones hasta que el esmalte se vuelve opaco con tinción y moteado, fracturas y pérdida de porciones de capas externas del esmalte.
En los casos más graves, el aspecto del diente podría cambiar considerablemente.
La fluorosis dental se puede tratar con remineralización, microabrasión o sustitución restauradora del esmalte afectado. La solución tampoco pasa por dejar de usar flúor, porque en una concentración óptima diaria, con vigilancia y supervisión profesional, este ayudará a minimizar el riesgo de caries.

Publicado por Liszeth Salazar

jueves, 28 de agosto de 2014

CARIES DE LA INFANCIA TEMPRANA

El proceso de dentición del bebé suele comenzar a partir de los 5-6 meses de edad y puede alargarse hasta los 3 años. Normalmente, las caries dentales no acostumbran a surgir antes de la presencia del primer diente en la boca con repercusiones en la salud. Se necesita tiempo para que la caries progrese hasta un estado detectable. El riesgo puede no evidenciarse durante los 3-4 años posteriores a la erupción.
Las caries en temprana edad pueden ocasionar una reducción del desarrollo físico y la disminución de la calidad de vida por afectar la alimentación del niño. Aun así, el factor más importante derivado de la caries precoz es que puede estar estrechamente relacionada con la caries en dientes permanentes.
La caries infantil suele presentar la aparición de pigmentaciones o “manchas blancas” en el esmalte de las piezas dentales. Al principio su apariencia es apenas identificable pero, con el paso del tiempo, se verá una zona de color marrón en la que se pierde estructura de esmalte. Dicha pérdida puede expandirse en tamaño y profundidad pudiendo ocasionar, incluso, la destrucción de toda la parte visible del diente. Para evitar esta extrema situación, es recomendable realizar una revisión regular del estado de la salud bucal.
Prevención
Como en todas las afecciones, la primera medida que debe tomarse es la prevención. Estar atento a los cuidados bucales del bebé, aun cuando este no tenga ninguna pieza dental.
La caries puede evitarse reduciendo el consumo de azúcares e hidratos de carbono.
Una de las causas de caries en la infancia temprana en los niños es permitir a los más pequeños y a los que empiezan a andar que duerman con el biberón. Los niños que duermen mal o tienen cólicos suelen tranquilizarse con el biberón. Pero la tetina permanece junto a las superficies palatinas de los dientes anteosuperiores durante más de 8 horas.
Además, otros hábitos como el “picoteo” son conductas de riesgo, al igual que el uso de botellas de succión y vasos con boquilla, objetos que siempre acompañan a los niños cuando empiezan a andar.
Este patrón de caries puede presentarse también a partir de una lactancia materna a demanda prolongada. Las bacterias producen elementos ácidos que atacan el esmalte dental. Por este motivo es vital realizar la correcta higiene bucal del bebé, incluso antes de que aparezcan los primeros dientes.

Publicado por Liszeth Salaza

lunes, 25 de agosto de 2014

¿COMO CUIDAR LOS DIENTES DE MI NIÑO PEQUEÑO?

¿Cómo debo cuidar los dientes de mi niño pequeño? 
Transmitiéndole buenos hábitos de higiene bucal, que es una de las lecciones de salud más importantes que puede enseñarle. Esto significa ayudarlo a cepillarse por lo menos dos veces al día, mostrarle la forma adecuada de utilizar el hilo dental, evitar el consumo de alimentos entre comidas y llevarlo al odontólogo periódicamente.
La mayoría de los odontólogos recomiendan que los niños comiencen a visitar el consultorio dental a los dos años. Esto ofrece la oportunidad de controlar el crecimiento y el desarrollo dental del niño, y le brindará a usted la oportunidad de aprender sobre el desarrollo de los dientes, sobre la necesidad de utilizar fluoruro, sobre cómo ayudar a su hijo a mantener una correcta higiene bucal, cómo resolver los hábitos bucales de su hijo (como el uso de un chupete), aspectos sobre la dieta y la nutrición, y cómo prevenir las lesiones bucales. Siempre comente que la visita al odontólogo es una experiencia positiva.
Explique a su hijo que esto ayuda a mantener una buena salud bucal. Ya que se fomentará una actitud positiva, que aumentará las posibilidades de que su hijo vaya al odontólogo periódicamente durante toda la vida.
¿Qué debo hacer cuando los dientes de mi hijo comienzan a erupcionar? 
Los dientes comienzan a erupcionar alrededor de los seis meses de edad y continúan haciéndolo hasta aproximadamente los tres años. Esto provoca molestias en las encías de muchos niños, y tiende a ponerles irritables. La molestia puede disminuirse si les frotamos las encías con el dedo, con una cucharita fría o un mordedor que haya sido enfriado. Existen también geles y productos analgésicos que pueden ser utilizados en los momentos de mayor dolor. Consulte al dentista o al pediatra acerca de estos productos. Si su hijo tiene fiebre durante la dentición, lo mejor es acudir al médico para descartar la posibilidad de otro tipo de trastorno.
¿Cuál es la forma correcta de cepillar los dientes de mi hijo?
Se aconseja la supervisión del cepillado de su hijo hasta los seis años, siguiendo las siguientes instrucciones:
- Utilice una pequeña cantidad de crema dental (del tamaño de un guisante) con bajo nivel de flúor.
- Verifique que sus hijos no se traguen la crema dental.
- Utilice un cepillo dental con filamentos suaves, cepillando primero las superficies interiores de todos los dientes, donde se acumula más placa.
- Coloque los filamentos inclinados hacia la encía y cepille suavemente desde la encía hacia el diente.
- Repita la operación en las superficies exteriores de los dientes.
- Coloque el cepillo de modo que los filamentos estén sobre la superficie de masticación de los dientes.
- Cepille suavemente hacia delante y hacia atrás.
¿Es el hábito de succión del dedo un problema? ¿Cómo puede tratarse?
El reflejo de succión es normal y saludable en los bebés, pero el hábito de chuparse el dedo no. Si este continúa después de los cuatro años, puede provocar problemas con el crecimiento de la boca y la mandíbula, así como con la posición de los dientes. La succión habitual del dedo hace que los dientes anteriores se dirijan hacia afuera ocasionando una mordida abierta. Lo cual puede ocasionar problemas en la edad adulta, tales como desgaste prematuro de los dientes, mayor cantidad de caries y molestia al morder. El mejor modo de resolver el hábito de succión de dedo es a través del refuerzo positivo, sin utilizar palabras ni conductas negativas. Su hijo sólo está haciendo lo que le parece natural. Elógielo cuando no lo haga. Intente corregir la ansiedad que da origen a dicho hábito. El dentista o el pediatra también pueden recetar algún producto de sabor amargo para recubrir el dedo y evitar la succión o bien algún aparato que le recuerde que no debe succionarlo. Si el problema persiste, el odontólogo le ayudará a resolverlo
Dr. Ignacio Corral Pazos de Provens
Doctor en medicina y cirugía . Especialista en
Estomatología. Master en Periodoncia e
Implantología por la UCM

jueves, 21 de agosto de 2014

CÓMO ELEGIR CEPILLO DE DIENTES

¿Qué tipo de cepillo dental debo utilizar? 
Debido a la gran variedad de formas, tamaños y modelos de cepillos dentales existentes en el mercado, a veces resulta difícil decidir qué tipo de cepillo dental comprar.
En el momento de elegir su cepillo dental, estos son los detalles a tener en cuenta:
La mayoría de los profesionales coinciden en que los cepillos de dureza media son ideales para eliminar la placa y los restos de alimentos.
Elija cepillos de cabeza pequeña para llegar a todas las áreas de la boca, incluyendo los molares posteriores de difícil acceso.
Respecto al tipo de mango del cepillo (anti-deslizante o de cuello flexible), forma de la cabeza (cónica o rectangular), y modelo de los filamentos (ondulados, planos, recortados con forma de bóveda), elíjalo según su comodidad y la recomendación del odontólogo.
El mejor cepillo dental es el que se ajusta a su boca y le permite llegar fácilmente a todos los dientes. 

Hay personas que prefieren utilizar un cepillo dental eléctrico.
El cepillo eléctrico puede limpiar mejor los dientes, especialmente en el caso de personas que tienen dificultades para realizar un buen cepillado o que padecen alguna limitación en su destreza manual.

¿Con qué frecuencia debo reemplazar mi cepillo dental? 
 El reemplazo de su cepillo debe realizarse cuando sus filamentos se desgasten o bien cada tres meses.
Es importante cambiar el cepillo dental después de un resfriado puesto que los filamentos acumulan gérmenes que pueden provocar una nueva infección.
Profesor: Dr. Ignacio Corral Pazos de Provens

martes, 19 de agosto de 2014

ANATOMÍA DE LOS DIENTES

¿Cuáles son las diferentes partes del diente? 
- Corona:
Es la parte normalmente visible del diente al abrir la boca. La forma de la corona determina la función del diente. Por ejemplo, los dientes anteriores son afilados y sus bordes tienen forma de cincel para cortar, mientras que los molares tienen superficies planas para moler.
- Línea de la encía: 
Es la borde de unión entre los dientes y las encías. Sin un cepillado correcto y sin el uso adecuado de hilo dental, el sarro y la placa se acumulan en esta línea y ocasionan gingivitis u otras enfermedades de las encías. - Raíz: 
Es la parte del diente que se inserta en el hueso. La raíz constituye las dos terceras partes del diente y sostiene al mismo en su lugar.
- Esmalte: 
Es la capa externa del diente. El esmalte es el tejido más duro y mineralizado del cuerpo; sin embargo, puede deteriorarse si los dientes no reciben los cuidados necesarios.
- Dentina: 
Es la capa del diente que está debajo del esmalte. Así como el esmalte no tiene sensibilidad, en la dentina hay millones de pequeños conductos o túbulos que conducen directamente a la pulpa dental, por lo que es una capa sensible. Si una caries logra atravesar el esmalte y llegar a la dentina, se produce dolor y puede incluso infectar la pulpa dental.
- Pulpa: 
Es el tejido blando que se encuentra en el centro de todos los dientes. En ella están el tejido nervioso y los vasos sanguíneos. Si la caries alcanza la pulpa se siente mucho dolor.

¿Cuáles son los diferentes tipos de dientes? 
Cada diente tiene una tarea o función específica (utilice el arco dental en esta sección para localizar e identificar cada tipo de diente):
- Incisivos: Los dientes anteriores con bordes afilados en forma de cincel (cuatro superiores y cuatro inferiores), son utilizados para cortar los alimentos.
- Caninos: Dientes con forma puntiaguda (de cúspide) que se utilizan para desgarrar los alimentos. También se les denomina colmillos.
- Premolares: Estos dientes tienen dos cúspides puntiagudas en su superficie de masticación, por lo que también se les denomina bicúspides. La función de los premolares es aplastar y desgarrar.
- Molares: Utilizados para moler, estos dientes tienen varias cúspides en su superficie de masticación. Profesor: Dr. Ignacio Corral Pazo
s de Provens

lunes, 11 de agosto de 2014

¿QUE SON LAS CARIES?

¿Qué son las caries?
 La caries dental es la destrucción de los tejidos duros de los dientes. Está causada por la presencia de ácidos producidos por las bacterias de la placa depositada en las superficies dentales. Este deterioro de los dientes está muy influenciado por el estilo de vida, es decir, influye lo que comemos, la forma en que nos cuidamos los dientes (nuestros hábitos de higiene), la presencia de flúor en el agua y la crema dental que utilizamos. La herencia también no juega un papel importante en la susceptibilidad de sus dientes a la caries. Si bien la caries suele ser más común en niños, los adultos también corren riesgo de padecerla.
Los tipos de caries pueden ser:
- Caries de corona: Son las más comunes, se presenta tanto en niños como en adultos, y generalmente se desarrollan sobre las superficies de masticación o entre los dientes.
- Caries radicular: En los casos en los que las encías se retraen quedan expuestas partes de la raíz del diente. Como las raíces no están recubiertas por esmalte, estas zonas expuestas pueden afectarse fácilmente y aparecen las caries radiculares que son difíciles de tratar.
- Caries recurrentes: En aquellos pacientes con tendencia a acumular placa y que no consiguen una buena higiene, se pueden formar nuevas caries alrededor de las obturaciones y coronas existentes. Los adultos corren especial riesgo de padecer caries si sufren de sequedad bucal, que es un trastorno provocado por la falta de saliva. Esto es debido a algunas enfermedades, al uso de algunos medicamentos, y a tratamientos de radioterapia y quimioterapia. La sequedad bucal puede ser temporal o permanente, según su origen. Las caries pueden ser graves ya que si no se tratan, pueden destruir el diente afectando los nervios de su interior, lo cual puede provocar un absceso (una infección en el extremo de la raíz). Una vez formado un absceso, el único tratamiento posible es la endodoncia (también llamada tratamiento del conducto radicular) o la extracción del diente.
¿Cómo sé si tengo una caries?
Sólo su dentista puede determinar con seguridad si tiene una caries. Esto se debe a que las caries se desarrollan debajo de la superficie del diente, donde al principio no podemos verlas. Cuando ingerimos alimentos que contienen carbohidratos (azúcares y almidones), las bacterias de la placa los consumen y producen ácidos que destruyen el diente. Con el tiempo, el esmalte dental comienza a desmineralizarse y así se forma una caries. Las caries son más proclives a desarrollarse en las fosas de las superficies de masticación de los dientes posteriores, entre los dientes y cerca de la encía. Sin embargo, independientemente de dónde aparezcan, el mejor modo de localizarlas y tratarlas antes de que se agraven es visitar al dentista y someterse a revisiones o controles periódicos.
¿Cómo puedo ayudar a prevenir las caries? 
- Cepíllese los dientes por lo menos dos veces al día y utilice hilo dental diariamente para eliminar la placa depositada entre los dientes y debajo de la encía.
- Sométase a revisiones dentales periódicas. La atención preventiva ayuda a evitar que ocurran problemas y que los problemas menores se conviertan en mayores.
- Lleve una dieta equilibrada restringida en alimentos con almidones o azúcares.
- Cuando ingiera estos alimentos, intente hacerlo junto a una comida y no entre comidas para minimizar así la cantidad de veces que expone sus dientes al ácido que producen las bacterias.
-Utilice productos dentales que contengan flúor.
Fuente: Dr. Ignacio Corral Pazos de Provens


jueves, 7 de agosto de 2014

CAMPAÑA VERANO TU MEJOR SONRISA

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viernes, 1 de agosto de 2014

¿QUÉ ES LA ENFERMEDAD DE LAS ENCÍAS?

¿Qué es la enfermedad de las encías? 
La enfermedad de las encías es una inflamación de las mismas que puede avanzar hasta afectar el hueso que rodea y sostiene a los dientes. Es causada por las bacterias de la placa bacteriana (película trasparente y pegajosa que se forma constantemente sobre los dientes y encías). Si no se elimina a diario, con el cepillado y el uso del hilo dental, la placa se acumula y las bacterias pueden infectar no sólo la encía superficial y los dientes, sino también el tejido sub-gingival y el hueso que sostiene los dientes. Esta puede ser una causa de que los dientes se aflojen, se caigan o que finalmente el dentista los tenga que extraer.
Hay básicamente tres etapas en la enfermedad de las encías:
- Gingivitis: Es la primera etapa de la enfermedad. Consiste en una inflamación de las encías provocada por la acumulación de placa en el borde de la misma, que al no ser eliminada por el cepillado y el uso diario del hilo dental, produce toxinas que irritan el tejido gingival, causando gingivitis. Puede observarse sangrado durante el cepillado, al usar el hilo dental o incluso de manera espontánea. En esta primera etapa de la enfermedad, el daño puede revertirse, ya que el hueso y el tejido conectivo que sostiene los dientes en su lugar todavía no han sido afectados.
- Periodontitis: En esta etapa, el hueso y las fibras que sostienen los dientes en su lugar sufren daños irreversibles. Se forma una bolsa debajo del borde de las encías, donde quedan atrapados los alimentos y la placa. El tratamiento dental adecuado y una atención en el hogar más cuidadosa, generalmente, ayudan a prevenir daños mayores.
- Periodontitis avanzada: En esta etapa final de la enfermedad, se destruyen las fibras y el hueso que sostiene los dientes, lo que hace que los dientes se desplacen o se aflojen. La mordida puede verse afectada y, si no se realiza un tratamiento adecuado, puede suceder que el dentista tenga que extraer los dientes.
¿Cómo sé si tengo la enfermedad de las encías? 
La enfermedad de las encías puede ocurrir a cualquier edad, pero es más común en los adultos. Si se la detecta en sus primeras etapas, puede revertirse o frenar su desarrollo. Consulte al odontólogo si observa alguno de los siguientes síntomas: Las encías están enrojecidas, inflamadas o sensibles Hay sangrado de encías al cepillarse o al utilizar el hilo dental Los dientes parecen ser más largos porque las encías se han retraído y se ven las raíces Se sienten cambios en el modo en que cierran los dientes al morder Puede haber salida de pus entre los dientes y las encías Se percibe constantemente, la presencia de mal aliento o mal sabor en la boca
¿Cómo se trata la enfermedad de las encías?
Las primeras etapas de la enfermedad, la higiene profesional y el riguroso control de placa a base de un correcto cepillado y el uso del hilo dental controlan el problema. Una buena salud bucal ayudará a evitar su reaparición. Una limpieza profesional llevada a cabo por el dentista o el higienista es el único modo de eliminar la acumulación de placa que se ha endurecido y convertido en sarro. Su dentista o higienista limpiará sus dientes para eliminar el sarro por encima y por debajo del borde de la encía. Si su afección es más grave, quizá lleve a cabo un procedimiento de alisado de las raíces. El alisado radicular ayuda a eliminar las irregularidades de las raíces dentales, dificultando el depósito de la placa. Mediante la programación de revisiones periódicas, la enfermedad de las encías en sus primeras etapas puede tratarse, antes de que se transforme en un trastorno más serio. Si la enfermedad se encuentra ya en un estado más avanzado, necesitará de un tratamiento profesional más complejo.
Fuente: colgate

miércoles, 30 de julio de 2014

SALUD BUCAL EN NIÑOS CON NECESIDADES ESPECIALES

Los niños con necesidades especiales y discapacidades tienen mayor riesgo de sufrir problemas de salud bucal, ya que requieren una ayuda extra y dependen de otros para conseguir y mantener una correcta limpieza.
Se considera niño con necesidades especiales a aquel con limitaciones físicas, mentales, de comportamiento o sensoriales, y que además necesita servicios que van más allá de los que requieren, generalmente, el resto. Normalmente, los niños son propensos a contraer problemas bucales, tales como caries o enfermedades de las encías, especialmente aquellos con discapacidades y necesidades especiales.
Eso es debido a que las complicaciones de sus enfermedades (peor movilidad, problemas de habilidades cognitivas, etc.) suelen ser un obstáculo para el adecuado cuidado de la boca.
Factores de riesgo
Uno de los factores que contribuyen a una salud bucal deficiente son los defectos en el esmalte, una mala alineación o la pérdida de dientes.
El flujo de saliva reducido es otro factor, que puede provocar que no tengan la suficiente saliva para ayudar a deshacer fácilmente los alimentos y que desechos de estos queden retenidos en la boca.
De la misma manera influyen las limitaciones físicas, ya que pueden presentar dificultades a la hora de cepillarse los dientes y usar el hilo dental.
Además, estos niños suelen tomar un alto número de medicamentos, muchos de ellos llevan gran cantidad de azúcar, que junto con el tipo de dieta pueden incrementar el riesgo de caries.
Por ello, los niños con necesidades especiales son un grupo de riesgo con una gran necesidad de cuidados dentales.
Problemas de salud bucal 
Existen diversos tipos de problemas de salud bucal más comunes entre estos niños, que se dan en la mayoría de los casos.
Las enfermedades periodontales (que afectan a las encías y a la estructura de soporte de los dientes) suelen ocurrir a una edad más temprana y más a menudo en niños con problemas del desarrollo, debido al excesivo crecimiento de las encías por el uso de medicamentos para las convulsiones, la presión alta y los sistemas inmunológicos débiles.
Otro de los problemas más frecuentes es la oclusión defectuosa (mal encaje de los dientes posteriores e inferiores y con apiñamiento de estos). Este está relacionado con las anormalidades musculares, la salida tardía de los primeros dientes y la falta de desarrollo de la mandíbula. Las anomalías de los dientes pueden variar en cantidad, tamaño y forma.
Por último, se encuentran los traumas o lesiones en cara y boca, que afectan directamente a la salud bucal. Las caídas o los accidentes también suelen ocurrir con más frecuencia en estos niños, debido a las convulsiones, la parálisis cerebral y la falta de reflejos o coordinación.
Higiene bucal
- Los niños, sobre todo aquellos con necesidades especiales, requieren que un adulto les ayude a cepillarse los dientes.
- El cepillo de dientes tiene que tener un grosor adecuado para que el niño pueda manejarlo bien durante el cepillado. Existen en el mercado múltiples variedades de cepillos de distintas formas y tamaños. Si es necesario se puede colocar cinta adhesiva alrededor del cepillo para que este sea más fácil de agarrar.
- Se aconseja el uso de pasta dentífrica con flúor para prevenir el riesgo de caries.
- Se recomiendan las visitas al dentista de forma regular.
Publicado por Liszeth Salazar

lunes, 28 de julio de 2014

¿ QUE SIGNIFICA BUENA HIGIENE BUCAL?

¿Qué significa buena higiene bucal?
La buena higiene bucal proporciona una boca con un aspecto y olor saludables.
Esto significa que:
- Sus dientes están limpios y no hay restos de alimentos
- Las encías presentan un color rosado y no duelen o sangran durante el cepillado o la limpieza con hilo dental
- El mal aliento no es un problema constante
Si las encías duelen o sangran durante el cepillado o la limpieza con hilo dental, o usted sufre de mal aliento persistente, visite a su odontólogo. Cualquiera de estas infecciones indican un problema. Su odontólogo o higienista lo ayudarán a desarrollar buenas técnicas de higiene bucal y le enseñarán a detectar las áreas que demandan una atención especial durante el cepillado y la limpieza con hilo dental.
¿Cómo se practica la buena higiene bucal? 
Una de las cosas más importantes que usted puede hacer por sus dientes y encías es mantener una buena higiene bucal. Los dientes sanos no sólo proporcionan un buen aspecto a su persona y lo hacen sentirse bien, sino que le permiten hablar y comer apropiadamente. La buena salud bucal es importante para su bienestar general.
Los cuidados preventivos diarios, como el cepillado y uso de hilo dental, evitan problemas posteriores, y son menos dolorosos y menos costosos que los tratamientos por una infección que se ha dejado progresar.
En los intervalos entre las visitas regulares al odontólogo, hay pautas simples que cada uno de nosotros puede seguir para reducir significativamente el desarrollo de caries, las enfermedades de las encías y otros problemas dentales:
- Cepíllese en profundidad y use hilo dental por lo menos dos veces al día
- Mantenga una dieta equilibrada y reduzca las ingestas entre comidas 
-Utilice productos dentales con flúor
- Use enjuagues bucales fluorados si su odontólogo lo indica
- Asegúrese de que sus hijos menores de 12 años beban agua fluorada o si vive en una zona de agua no fluorada, adminístreles suplementos fluorados: pregunte al Odontólogo

Fuente: Colgate


martes, 22 de julio de 2014

¿QUÉ ES EL FLÚOR?


Es un elemento natural que se encuentra en la corteza terrestre y tiene una distribución extensa en la naturaleza.
Algunos alimentos y depósitos de agua contienen flúor. A menudo, se agrega flúor al agua potable como elemento reductor de las caries.
En la década de los 30, los investigadores detectaron que las personas que tomaban agua naturalmente fluorada presentaban un número de caries menor (dos tercios) que las que vivían en zonas de agua no fluorada. Los estudios realizados han demostrado repetidas veces que si se agrega flúor a los depósitos de agua de la comunidad, el número de caries en la población disminuye. La ADA (Asociación Dental de EE.UU.), la Organización Mundial de la Salud y la Asociación Médica de EE.UU. entre otras organizaciones, han recomendado el uso de flúor en los depósitos de agua debido a su efecto contra las caries.
¿Cómo trabaja el flúor? 
El flúor previene contra las caries de dos formas:
- Se concentra en los huesos y en los dientes en desarrollo de los niños y fortalece el esmalte de los dientes de bebés y adultos antes de que erupcionen.  Ayuda a endurecer el esmalte de los dientes adultos que ya han erupcionado.
- Trabaja en los procesos de desmineralización y remineralización que naturalmente ocurre en la boca.
 Después de comer se producen ácidos que ocasionan la desmineralización: una disolución del calcio y el fósforo que se encuentra debajo de la superficie dental. En otros momentos se produce exactamente lo opuesto, la saliva ayuda a reponer el calcio y fósforo que conservan la fortaleza de los dientes. Este proceso se denomina remineralización. Cuando el flúor está presente en la remineralización, los minerales depositados son más duros y ayudan a fortalecer sus dientes evitando la disolución que se produciría en la próxima fase de desmineralización.
¿Cómo sé si el nivel de flúor ingerido es suficiente? 
Si el agua potable de su zona es fluorada, el cepillado regular con cremas dentales fluoradas es suficiente para niños y adultos con dientes saludables y bajo nivel de predisposición a las caries. Si el agua de su comunidad no es fluorada y no tiene suficiente flúor naturalmente (el valor óptimo es una parte por millón), su dentista o pediatra prescribirá tabletas de flúor o gotitas para que los niños tomen diariamente. Su dentista puede indicarle la cantidad de flúor adecuada para su familia, por lo tanto, pregúntele sobre el tema y él le aconsejará. Si el agua que consume proviene de depósitos públicos, llame a las autoridades locales del agua y averigüe si está fluorada. Si proviene de un pozo privado, llame a una empresa independiente que brinde servicios de ensayos de agua y hágala analizar.
Fuente: Profesor: Dr. Ignacio Corral Pazos de Provens



viernes, 18 de julio de 2014

EFECTOS DEL ESTRÉS EN LA SALUD BUCAL




En estos momentos difíciles económicamente, la tasa de paro es la más crítica desde la gran depresión y muchos americanos se ven afectados por el estrés. El estrés puede afectar la mente y el cuerpo, incluyendo la salud bucal, si no se trata.
El estrés se define como una respuesta psicológica a situaciones o problemas que pueden afectar negativamente la actitud o el cuerpo de una persona.


Existen cuatro tipos de estrés: eustrés, distrés, hiperestrés y hipoestrés.
- El eustrés es una forma positiva de estrés. Es un estrés motivador que permite a la persona completar un proyecto o trabajo.
- El distrés es un tipo malo de estrés que afecta a la gente a través del miedo, la frustración y a veces la ira.
- El hiperestrés ocurre cuando alguien no está experimentando estrés positivo y puede llevar a tener más problemas y a producir aburrimiento y desesperanza.
- El hipoestrés es el resultado del estrés y ocurre cuando se presiona demasiado a alguien para llegar a una fecha límite.
Cuando el estrés aparece, más gente se ve afectada por hábitos pobres o negativos como son el tabaco o el alcohol que tienen un impacto en su salud bucal, como indica David Cochran, DCD, Dr., Presidente de la American Academy of Periodontology y presidente del Department of Periodontology en University of Texas Health Science Center en San Antonio.


Los factores de riesgo del tabaco y el alcohol afectan al desarrollo de la periodontitis. Un estudio publicado en el Journal of Periodontology en 2007 informa que el estrés interferirá en la higiene bucal. El cincuenta y seis por ciento de los participantes en el estudio, mencionaron que el estrés afectaba su capacidad para cepillarse los dientes y pasarse el hilo dental eficazmente.
Cuando la gente está estresada, la hormona cortisol está presente. El cortisol puede aumentar a niveles mayores y puede acabar en periodontitis.


El estrés puede afectar a la salud bucal de las personas causándoles otros problemas bucales como:
 1. Desarrollo de llagas — pequeñas llagas que se desarrollan en la boca a causa de virus, bacterias y una deficiencia en su sistema inmune.
2. ATM/Bruxismo — la gente que experimenta estrés puede tener problemas que afectan a la articulación temporomandibular en el área de la mandíbula además de chirriar o tensar los dientes durante el día o cuando duermen por la noche.
3. Boca seca — el estrés puede afectar los niveles del flujo de saliva en la boca. Si la gente está tomando cierta medicación, puede aumentar el flujo de saliva.
4. Enfermedad de las encías — ha habido varios estudiantes que han informado que el estrés puede afectar la capacidad de la gente para mantener una higiene bucal eficiente en casa.
Hay algunos problemas bucales que pueden producirse cuando el estrés está presente. Consulte con su dentista si está experimentando alguno de estos problemas. Intente calmar el estrés comiendo una dieta nutricional, durmiendo las horas necesarias cada noche y haciendo ejercicio para reducir la ansiedad o la tensión.
Fuente: colgate

miércoles, 16 de julio de 2014

DIABETES Y SALUD ORAL



Las personas con diabetes requieren una especial atención en el cuidado de su salud bucal porque dicha patología puede tener diversas manifestaciones orales.
Por ejemplo, existe el riesgo de incremento de enfermedad periodontal.
La xerostomía es bastante común en diabéticos, y al mismo tiempo se pueden sufrir alteraciones en el sentido del gusto, síndrome de boca ardiente, infecciones por candidiasis (infección por hongos del revestimiento de las membranas mucosas de la boca y la lengua) o de la mucosa oral tales como liquen plano o estomatitis recurrente aftosa.
La boca seca puede, además, incrementar el riesgo de caries.
Influencia de la diabetes en la salud oral 
Las personas diabéticas podrían experimentar una peor salud periodontal. Esto se evidencia por un severo sangrado gingival, mayores profundidades de sonda y mayor pérdida de inserción y de hueso. La enfermedad periodontal a menudo se manifiesta y progresa de forma similar a otras complicaciones relacionadas con la diabetes. Por el contrario, las personas que consiguen un buen control de sus niveles glucémicos suelen presentar buena salud periodontal.
Tratamiento
Igual que cualquier otro paciente tratado por enfermedad periodontal, los pacientes con diabetes deben realizar visitas de mantenimiento en intervalos relativamente cortos. Igualmente, un cuidado meticuloso es importante.
Estudios científicos han demostrado que individuos con diabetes que añadieron un irrigador dental a su rutina de cepillado y seda dental mejoraron tanto en salud periodontal como en resultados sistémicos. Además de la reducción de los mediadores proinflamatorios, los estudios demuestran la efectividad de los irrigadores orales en la reducción de gingivitis, sangrado y patógenos periodontales. 

Publicado por Liszeth Salazar