miércoles, 19 de febrero de 2014

SÍNDROME DE BOCA SECA O XEROSTOMÍA

Uno de cuatro adultos lo padece
El Síndrome de Boca Seca o Xerostomía es una enfermedad poco conocida entre la población, a pesar de que un 20% de las personas de alrededor de 20 años y un 40% de los mayores de 60 años la padece.
El desconocimiento sobre esta patología oral, que se caracteriza por la disminución del flujo salival, tiene como consecuencia la falta de diagnóstico y de tratamiento.
La falta de secreción de las glándulas salivares es un importante problema de salud. De hecho, un grupo de investigadores de la Universidad de Turku (Finlandia) ha demostrado que la saliva es capaz de mantener a raya infecciones como el herpes oral gracias a su función inmunológica. Ademas, recientemente investigaciones desarrolladas por el Instituto Pasteur (Francia) atribuyen al flujo salival propiedades calmantes, analgésicas, incluso superiores a la de la morfina .
En la mayoría de los casos el Sí­ndrome de Boca Seca cursa silente y no da sín­tomas hasta estar muy avanzado. De hecho, el 50% de las personas que lo padecen no presentan sí­ntomas y, según algunos estudios cientí­ficos, se puede llegar a perder hasta un 50% del flujo salival sin todavía percibir sequedad en la boca. Más de 500 familias de fármacos pueden provocar Xerostomía El Síndrome de Boca Seca tiene un origen multifactorial y complejo. Más de 500 familias de fármacos sedantes, antidepresivos, antiinflamatorios, ansiolí­ticos, antiespasmódicos, antidiarreicos, relajantes musculares y antiacnéicos presentan como efecto secundario este sí­ntoma y éste es uno de los principales motivos de los abandonos de la medicación por parte de los pacientes.
Los tratamientos oncológicos, las enfermedades autoinmunes, infecciosas, psiquiátricas y sistémicas, como la diabetes, la artristis reumatoide y el Azlheimer, son otras de las causas más habituales de la Xerostomía, junto con el consumo de sustancias adictivas (alcohol, tabaco y drogas). Las consecuencias de la xerostomía no se limitan a estas complicaciones físicas. Muchos de los enfermos ven afectada su calidad de vida desde el punto de vista de la sociabilidad, ya que pierden el interés por comer en compañía, por salir o hablar en grupo. En algunos casos, el impacto que la enfermedad tiene sobre la vida cotidiana de los pacientes deriva en situaciones de insomnio, irritabilidad e, incluso, depresión.
Por Dra. Beatriz Rodriguez Vilaboa (odontóloga) Dr. Jose Miguel López López Ibor (psiquiatra)

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