Este concepto resalta desde tiempos inmemoriales como lo vemos en este versículo del Génesis en la Biblia “Rojizos son sus ojos más que el vino y la blancura de sus dientes más que la leche”.
A pesar de que los cánones de belleza han ido cambiando con el paso de los años, nosotros al igual que nuestros antepasados ansiamos tener unos dientes blancos por ser, a juicio de todas las personas, sinónimos de fuerza y salud, imprescindibles para resultar atractivos.
En la antigüedad los egipcios utilizaban productos para el cuidado de los dientes ya que una dentadura sana y blanca ha simbolizado salud, limpieza y fortaleza.
De la misma manera en la China imperial, las viudas teñían sus blancos dientes de negro como signo de renuncia a la belleza.
En América, los Mayas practicaron la odontología correctora con fines cosméticos y religiosos, como demostración de buena posición social se realizaban incrustaciones de jade en los dientes y limaban sus bordes cuidadosamente.
El blanqueamiento dental es un problema antiguo y no exclusivo de la sociedad actual.
La técnica del blanqueamiento
Una sonrisa atractiva es importante para todas las personas. La odontología ha desarrollado técnicas que permiten resultados más estéticos y favorables. Dentro de dichas técnicas se ha hecho muy popular el blanqueamiento dental.“Las personas cada día se están preocupando más por la apariencia estética de sus dientes, esto tiene mucho que ver con el ser aceptados socialmente y el ‘boom’ de la cirugía, por este motivo las personas quieren tener los dientes blancos”, con estas palabras, la odontóloga y especialista en rehabilitación oral de la Universidad Autónoma de México, Piedad Gómez Posada, pone en evidencia una tendencia que en los últimos años ha ido en aumento.
El blanqueamiento dental es el tratamiento destinado a devolver a un diente su color y traslucidez, cuando éste presenta manchas o pigmentaciones que afectan la estética de la sonrisa.
“Con los años los dientes van cambiando de color y con esta técnica consiste en darle un color más uniforme a todos los dientes para hacer una mejor rehabilitación”, aseguró la especialista.
Cada persona trae dispuesto por genética el color de sus dientes; en algunos individuos es más oscuro que en otros, y tienden a ser grises, naranjas, o amarillos.
“Este color natural no se cambia mediante el blanqueamiento, lo que se hace es aclarar su matiz, para poder observar una tonalidad de dientes más claro”, afirmó la especialista.
Existen dos modalidades de tratamiento: en consultorio o en casa.
En el primer caso el profesional es quien realiza en forma directa el tratamiento y en el segundo, el paciente se encarga del procedimiento, según las instrucciones del odontólogo.
En el proceso se emplea un agente químico en gel, el cual se coloca sobre un protector especial, llamado guarda bucal, que cubre todos los dientes, elaborado por el odontólogo con anterioridad. A medida que el ingrediente es degradado, entra oxígeno en el esmalte y la dentina, blanqueando las superficies coloreadas. El tratamiento durará dependiendo del color deseado.
Tipos de blanqueamiento
Existen varios tipos de sistemas para hacer blanqueamientos, y dependen básicamente del químico a utilizar y su concentración. Todos los sistemas de blanqueamiento actuales funcionan con peróxido de hidrógeno o peróxido de carbamida, siendo este último el mejor para elegir puesto que es mucho menos agresivo con los dientes y las encías.
- Blanqueamiento convencional: Se hace con peróxido de carbamida en concentraciones de 10% al 16%. Este material reacciona químicamente convirtiéndose en peróxido de hidrógeno al 5% y 8% aproximadamente. Se hace con aplicaciones diarias de 6 horas mínimas (se aconseja toda la noche), durante 10 a 14 días. No es necesaria la protección de las encías.
- Blanqueamiento con láser: se hace con peróxido de hidrógeno en concentraciones de 30% al 40%, con aplicaciones de 20 minutos aproximadamente. Es necesaria la protección de las encías para evitar quemaduras. Suele ser suficiente con 1 o 2 sesiones. Hay emisión de calor.
- Blanqueamiento con arco de luz de plasma: se hace con peróxido de hidrógeno del 25% al 35%, y en algunos sistemas con peróxido de carbamida al 35%. Es necesario proteger las encías para evitar quemaduras. Por lo general son suficientes 2 aplicaciones. Hay emisión de calor.
- Blanqueamiento con luz ultravioleta de alta intensidad: se realiza con peróxido de hidrógeno al 25%. Requiere además del aislamiento de los tejidos blandos, el uso de filtros especiales para que los rayos UV, no afecten la piel y lentes para proteger los ojos. La emisión de calor es mínima, casi imperceptible. Este sistema, bien manejado, sería el más recomendable entre las opciones para blanquear en la oficina por la poca o ninguna emisión de calor hacia los dientes y porque la concentración del gel blanqueador es la menor entre el resto de los sistemas.
Consideraciones importantes
Antes de iniciar un proceso de blanqueamiento es importante ser cuidadoso, ya que existen factores que pueden causar problemas y excesiva sensibilidad en los dientes. Por este motivo debe realizarse un cuidadoso diagnóstico por parte del odontólogo.
En el diagnóstico se debe tener en cuenta:
- Historia clínica completa sobre antecedentes del paciente en la que se incluyan preguntas sobre factores que puedan ocasionar cambios en el color de los dientes como antibióticos tomados por la madre durante el embarazo, drogas o enfermedades en los primeros años de vida o la excesiva ingestión de flúor.
- Examen dental, ya que el blanqueamiento no puede ser realizado en pacientes con caries dentales, amalgamas o resinas muy grandes y que se encuentren desadaptadas, pacientes en los que se ha bajado el nivel de encía y se encuentran los cuellos de los dientes destapados, pacientes con encías inflamadas, sensibilidad excesiva al frío y al calor, pérdida severa de esmalte.
No siempre está indicado
No siempre es conveniente, el blanqueamiento se hace siempre y cuando los dientes se vean oscuros por manchas o pigmentaciones, por motivos como:
* Color natural muy oscuro (genética), que requiere tratamiento estético.
* Pigmentaciones por tabaco o cierto tipo de alimentación.
* Manchas por medicamentos.
* Manchas por flúor.
* Dientes con cambio de color por traumas o tratamientos de endodoncia.
* Cuando hay dientes fracturados que han perdido parte del esmalte.
* En casos de sensibilidad.
* En presencia de caries.
* En pacientes fumadores.
* Tampoco se recomienda el blanqueamiento en mujeres embarazadas, en pacientes diabéticos y en menores de 16 años.
fuente: radional.gob.pa