Ciertos alimentos, tales como el ajo y las cebollas, contribuyen al olor desagradable de la respiración. Una vez que el alimento se absorbe en la circulación sanguínea, se transfiere a los pulmones, donde se expele. El cepillado, la utilización de hilo dental y de colutorios enmascarará el olor sólo temporalmente. Los olores continúan hasta que el cuerpo elimina el alimento. Las dietas pueden desarrollar una respiración desagradable por comer con poca frecuencia. Si no se cepillan los dientes correctamente y no se utiliza el hilo dental a diario, las partículas del alimento permanecen en la boca, acumulando bacterias, que pueden causar la mala respiración o mal aliento. El alimento que permanece entre los dientes, en la lengua y alrededor de las encías puede descomponerse, dejando un olor desagradable.
El mal aliento también puede ser causado por la boca seca (xerostomia) Se produce cuando el flujo de la saliva disminuye. La saliva es necesaria para limpiar la boca y remover las partículas que pueden causar olor. La boca seca puede ser causada por varias medicaciones, por problemas en las glándulas salivales o por ser respirador bucal. En estos casos el odontólogo puede prescribir saliva artificial, o sugerir el consumo de caramelos sin azúcar y así aumentar el flujo salival.
El mal aliento puede ser el signo de un desorden médico: tal como una infección local en el tracto respiratorio, sinusitis crónica, el goteo postnasal, bronquitis crónica, diabetes, problemas gastrointestinales, del hígado o del riñón. Si el odontólogo determina que la boca se encuentra en condiciones de salud, el paciente debe ser derivado a su médico de cabecera o a un especialista para determinar la causa de la mala respiración o mal aliento.
Conclusiones El hecho de programar las visitas dentales regulares para una limpieza profesional y chequeo es fundamental. Si el paciente refiere que tiene mal aliento en forma constante, se debería guardar un registro de los alimentos que come, y de las medicaciones que toma. Algunas medicaciones pueden desempeñar un papel fundamental en crear olores en la boca. Se debería indagar si el paciente ha tenido alguna cirugía o enfermedad desde su última visita y realizar la interconsulta correspondiente si fuera necesario. También es importante reforzar la enseñanza de higiene y la indicación del uso de elementos interdentarios, del cepillo y la pasta dental adecuados, informándole al paciente que los enjuagues bucales tienen sólo un efecto cosmético (excepto los colutorios específicos que tienen efecto antimicrobiano, que deben ser recetados por el odontólogo con las indicaciones correspondientes y su uso debe estar controlado por el mismo).
Intramed
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