
Para cerciorarnos e intentar que nuestro cepillo dental esté libre de este tipo de microorganismos, en primer lugar deberemos comprobar que éste fue introducido en una bolsa o paquete estéril antes de ser vendido. A su vez, lo lavaremos con agua cada vez que lo usemos para intentar eliminar cualquier sustancia que haya quedado incrustada.
Deberemos dejar el cepillo destapado para que éste se seque correctamente y de esta manera conseguir reducir la cantidad de bacterias adheridas a él.
Es verdad, que ciertos tipo de bacterias, hongos o virus pueden permanecer en nuestro cepillo, incluso después de haber sufrido un resfriado, pero es prácticamente imposible que alguien pueda volver a enfermar usando el mismo cepillo dental. Sin embargo, es importante no compartirlo con otras personas, ya que pueden contener gérmenes a los que su sistema inmunitario no podría defenderse de inicio Recomendamos, por lo tanto, cambiar de cepillo cada 2-3 meses para que éstos cumplan su función correctamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario